
Tandil vacacionanos.
Ciudad cubierta de sierras
llevanos a escalar
que tus paisajes se hagan nuestros
al ponernos a andar.
A la orilla del Lago del Fuerte
el agua moja nuestros pies
nos creemos dueños de todo
cuando ciertamente es al reves.
Descubramos tu belleza
que empapa como la brisa,
en la sierra el Centinela
y la Piedra Movediza.
Pedaleemos tus calles
conozcamos tu poblado
cuanto cheto anda suelto
aquí, allá y en el otro lado.
Rememos cerca del dique
dejemos que el sol nos toque
en la orilla que no tiene pique
espera el fiel guardián Roque.
Si desprevenido voy a ninguna parte
pensando en comprar salames,
puede que me asuste el toparme
con uno de los nomames.
Meta truco, fernet y arroz
se fueron pasando los días
ahora te decimos adiós
querido cordón de Tandilia.
¡Para los seis locos lindos que hicieron de estas vacaciones una semana inolvidable!
Los quiero a todos de diferentes formas y colores.