Había algo que la hacía temblar
a veces el frío, a veces mirar el frío.
Cuando se asomaba por la ventana
y el viento hacía estragos con su pelo.
Había algo que la hacía reír
a veces una voz, a veces otra risa.
Cuando se acordaba de ese día
en que tropezó subiendo la escalera.
Había algo que la hacía callar
a veces la pena, a veces la ignorancia.
Cuando observaba a los otros discutir
y los gritos la ensordecían.
Había algo que la hacía bailar
a veces la música, a veces el silencio.
Cuando todos abandonaban la sala
ella danzaba con los ojos cerrados.
Habían muchas cosas.
Pero lo mucho le parecía poco
y lo poco a veces mucho.
Tal vez ella sólo quería vaciar de sus bolsillos las piedras
y escribir en el aire: de contenidos están hechas las formas.